Muchos líderes de generaciones anteriores han manifestado que los profesionales de las nuevas generaciones no son tan trabajadores como los de antes. Los profesionales de las generaciones Y y Z (aquellos que aproximadamente nacieron desde 1978 en adelante) en ocasiones son vistos como que no tienen el compromiso que se espera de ellos. Algunos de los comentarios que muchos gerentes han hecho son los siguientes:
- No son leales
- Renuncian en un minuto
- Esperan premios o reconocimiento que no se ganaron
- Se creen especiales, se adjudican autoridad y no tienen la ética profesional que se espera de ellos
- Son problemáticos y conflictivos
Esto es aún más común en empresas de tecnología donde la oferta de trabajo es amplia, y un profesional tiene muchas opciones de trabajo en caso que su posición actual no le conforme.
¿Qué tan ciertas son estas afirmaciones? ¿Serán verdad o simplemente serán el resultado de una percepción equivocada debida a las diferencias generacionales?
Quiero presentarte tres características de los profesionales de las nuevas generaciones que si bien difieren de las características de las generaciones anteriores, no son necesariamente negativas. De hecho, si se canalizan adecuadamente pueden producir excelentes resultados:
1. Exigen horarios flexibles
Según estudios realizados, la habilidad más importante que tuvo la generación X (aquellos que nacieron aproximadamente entre 1965 y 1976) fue la capacidad de trabajo duro. Es probable que por esta razón evalúen a los profesionales más jóvenes con los criterios que ellos mismo utilizaron, y por ese motivo crean que las nuevas generaciones no trabajen tan duro.
Sin embargo, los profesionales de las nuevas generaciones creen también en el trabajo duro, y de hecho pueden ser altamente productivos. La diferencia es que dichos profesionales difieren de las generaciones anteriores en la manera en que manejan el tiempo.
Según el libro Gen Y Now: Millennials and the Evolution of Leadership, la generación Y trabaja en promedio 1.6 horas extras después de las 6 de la tarde. Quizás en algunos casos puedan trabajar más que los profesionales de la generación X. Simplemente que su trabajo se organiza de diferente manera. Para ellos la presencia en la oficina no significa necesariamente productividad. Por ejemplo, en los casos que estamos esperando por una respuesta a un cliente y la misma puede demorar varias horas, ellos creen que no es necesario quedarse. Perfectamente pueden retirarse antes y trabajar más tarde desde la casa de ser necesario, o compensarlo el día siguiente cuando la respuesta haya sido dada.
Para un jefe de la generación X esto puede resultar inaceptable, dado que para ellos la presencia en la oficina implica compromiso, además de que en el fondo pueden creer que por retirarse temprano no están siendo productivos, y pueden dudar de que realmente van a compensar el trabajo más tarde.
Trabajar con profesionales de la generación Y y Z hace que sus líderes deban confiar en ellos, y en que van a lograr el objetivo en tiempo y forma, aunque la manera en que lo hacen no sea la tradicional.
2. Buscan maneras simples de lograr lo que quieren
La generación X trabaja duro, y cree en el esfuerzo como manera de superar desafíos. Las generaciones Y y Z no creen necesariamente en que siempre deben esforzarse para lograr algo, dado que muchas veces la solución a los problemas es sencilla.
Por ejemplo, ellos prefieren preguntar a un experto para tener una respuesta en lugar de averiguarla por ellos mismos. Si lo vemos de esta manera, preguntar es productividad. La habilidad de hacer una pregunta efectiva a la persona correcta puede ahorrarnos horas de investigación y frustración. Muchas veces no es necesario querer reinventar la rueda.
Los profesionales de las nuevas generaciones aprendieron que si necesitan algo pueden pedirlo. Ellos creen verdaderamente que no hay preguntas molestas. Si bien a la generación X pueden haberles dicho lo mismo, ellos sabían que en el fondo no era verdad. Preguntar mucho en las generaciones anteriores podía ser una necesidad de debilidad.
3. Buscan variedad y crecer continuamente
Es un hecho que en las nuevas generaciones la rotación es mayor. En tiempos pasados una persona podía pasar toda su vida en el mismo trabajo. Esto era algo de lo que estar orgulloso. Sin embargo, esto ha cambiado y hoy en día a los profesionales puede no atraerles tanto quedarse en el mismo trabajo por mucho tiempo.
Es verdad que los profesionales de la generación Y y Z pueden cambiar más rápido de trabajo, pero esto no significa que sean desleales. Ellos también buscan estabilidad hasta cierto grado, pero más aún buscan crecimiento y variedad.
Van a cambiar de trabajo si ven que sus posibilidad de crecer y hacer un trabajo diferente se ven coartadas (como todo hay excepciones a esta regla). La pregunta clave es ¿cómo es posible retenerlos en una empresa donde las posibilidades de crecimiento no son tan comunes?
Para contestar la pregunta debemos entender que no necesariamente quieren ascender en la jerarquía sino adquirir nueva experiencia y realizar un trabajo variado y desafiante. Con esto en mente, podrían conformarse con trabajar para un área diferente de la empresa, o incluso en la misma área siempre y cuando puedan cambiar de tareas cada cierto tiempo. Sus gerentes deben ofrecerles nuevos desafíos, algo diferente a lo que han estado haciendo, y en lo posible que puedan sentirse que están contribuyendo con alguien.
¿Aplican estas reglas a todos los profesionales contemporáneos?
Sería equivocado generalizar y decir que todos los profesionales de las nuevas generaciones son iguales. Como en todo existen excepciones, además de que las necesidades de cada persona también varían según el contexto en que se encuentre y la etapa de su vida. Sin embargo, en gran parte de los casos estas reglas aplican para los profesionales de la generaciones Y y Z.
El primer paso es entender las diferencias generacionales y por qué esto ocurre. Nada es mejor ni peor, solamente es diferente. Entender esto nos ayuda a evitar los juicios y comparaciones, que solo van a llevar a crear más distancia y resistencia. Una vez que entendemos y aceptamos las diferencias podemos ajustar nuestras acciones para hacer uso favorable de las mismas.
La buena noticia es que si entendemos a las nuevas generaciones vamos a lograr obtener un gran provecho de ella, y los estaremos ayudando a que exploten al máximo potencial, lo cual va a redundar en beneficios para todas las partes.
Saludos
Martín