Hola!
Bienvenido a la segunda parte de la nota sobre ambición y objetivos. Si no leíste la primera parte podes hacerlo aquí.
Continuamos con los objetivos A, B, C. Una pregunta que dejamos pendiente fue la siguiente:
Si los objetivos tipo C son los que más nos hacen crecer ¿porqué las personas en general no establecen objetivos de este tipo?
Una razón es porque no saben cómo lograrlos y por eso creen que no pueden hacerlo. Pero si se trata de un objetivo muy ambicioso, es casi seguro que no sepamos cómo lograrlo, porque se trata de algo que nunca hicimos, algo que quizás ni siquiera nos animamos a soñar. Esto no significa que no podamos lograrlos. Lo que tenemos que aprender en los objetivos tipo C es justamente eso: cómo lograrlos.
También podemos no fijar objetivos tipo C por miedo al fracaso, por miedo al éxito, por no salir de nuestra zona cómoda. Esto podemos hacerlo sin siquiera darnos cuenta.
Si no te fijaste objetivos de tipo C, te invitamos a que tomes 5 minutos para preguntarte porqué.
Luego te invitamos a dejar de lado lo que creas que no puedas hacer, a que te olvides de cómo vas a hacer para lograr tu objetivo y te enfoques solamente en aquello que soñas con lograr. Una vez que hayas decidido lograr tu objetivo y estés abierto a desafiar tus creencias limitantes, vas a empezar a ver maneras de lograr tu objetivo.
Un primer paso es decidir lograr un objetivo ambicioso, y un segundo paso es aprender a lograrlo. Son instancias independientes. No dejes que el no saber cómo lograr algo te impida tomar la decisión de hacerlo.
En un seminario de Bob Proctor, él cuenta que cuando en los años 60 el presidente Kennedy le preguntó a Warner Von Braun: qué se necesitaría para poder enviar un hombre a la luna, la respuesta fue muy clara: “la voluntad de hacerlo”.
Luego de eso establecieron el objetivo de enviar un hombre a la luna y que regrese sano y salvo a la tierra. Se propusieron lograr el objetivo antes de que termine la década de los 60, y así lo hicieron.
En ese momento no se preguntaron si era posible, si podían hacerlo, si tenían los recursos. En ese momento ningún ser humano había ido a la luna así que todas estas preguntas podían haber tenido sentido. Si hubieran sido muy realistas el objetivo no era viable porque nunca lo habían logrado y no sabían cómo hacerlo. La gente exitosa logra cosas que nunca hizo y que no tiene idea de cómo hacer. Eso lo aprenden sobre la marcha. El hecho de que no lo haya hecho antes o que no sepa cómo hacerlo no sirve de excusa.
Te invitamos a pensar: ¿qué objetivo de tipo C podrías definir? ¿qué podrías proponerte que signifique un cambio importante en tu vida?
Para terminar te dejamos con dos videos de Jack Canfield que hablan del tema:
«Avanza tan lejos como puedas ver. Cuando llegues allí, verás cómo llegar más lejos.»
Carlyle