4 sugerencias para establecer un objetivo

Según Bob Proctor, si fijamos nuestros objetivos de manera correcta, siempre vamos a lograrlos. Sin embargo, muchas personas se fijan objetivos que después no logran.

 

Ya hablamos de las razones por las cuales las personas no logran lo que quieren. Ahora vamos a dar cuatro sugerencias para fijar un objetivo, ya sea personal, profesional o de cualquier índole. Esto te va a permitir maximizar las posibilidades de lograr lo que querés.

 

Sugerencia 1: Definir el objetivo de manera positiva.

 

Debemos decir lo que queremos en vez de lo que no queremos. Esto parece obvio pero muchas personas no lo hacen. Algunos dicen: “quiero dejar de sentirme tan mal”. O “no quiero fracasar más”. O “quiero dejar de pelearme con mi pareja”. “Quiero que se me vayan los miedos”. ¿Cuál es el problema de enfocarnos en lo que no queremos? El problema es que lo atraemos.

 

Si digo por ejemplo que no pienses en un elefante, seguro vas a pensar en un elefante. El cerebro piensa en imágenes y al escuchar la palabra elefante, recuerda tus experiencias pasadas con los elefantes. Y esto pasa aunque pongas la palabra “no” adelante. La palabra “no” delante de la palabra elefante no cambia nada; el cerebro se va a estar enfocando en elefantes.

 

Por eso es importante que te enfoques en lo que querés. Si sabes qué no querés, entonces busca lo opuesto y enfoca tu mente en lo que querés realmente.

 

Sugerencia 2: El objetivo tiene que ser específico.

 

Tenés que saber si lo lograste o no. Un ejemplo de un objetivo no específico puede ser “quiero bajar de peso”. Esto no es específico. Si bajo 100 gramos bajé de peso pero no creo que esté muy contento con el resultado. Voy a querer bajar más.

 

Si hoy peso 80 kilos, un objetivo específico puede ser “voy a pesar setenta kilos o menos para el primero de mayo a las 12 del mediodía”. Este objetivo es muy fácil de medir. Alcanza con que me pese en una balanza en la fecha establecida y listo. O peso setenta kilos o menos, o peso más. Punto.

 

Si sos específico vas a saber exactamente cuando lograste tu objetivo y cuando no.

 

Sugerencia 3: El objetivo debe estar formulado en primera persona.

 

Algo importante para lograr el éxito y minimizar las posibilidades de fallar es que nuestros objetivos estén bajo nuestro control, que dependan de nosotros. 

 

Si lo que quiero lograr depende mucho de lo que hagan otras personas es probable que haya algo que tenga que cambiar en la manera de formular el objetivo. Tiene que depender de mí. Tengo que asegurarme que lo voy a lograr. Y eso lo tengo que hacer del principio. Desde que formulo mi objetivo.

«Que mi jefe me ayude con mi trabajo para no quedarme fuera de hora» no depende solamente de mi, sino de la disponibilidad y actitud de mi jefe a ayudarme. Pero si me propongo «tener un trabajo que me permita irme a las 5 de la tarde» es probable que encuentre más maneras de lograrlo.

 

Plantearnos objetivos que dependen de otras personas puede llevarnos a la frustración y a la decepción.

 

Sugerencia 4: El lograr el objetivo debe ayudarnos a crecer.

 

Los objetivos deben ser ambiciosos; deben ser un reto. Si no son ambiciosos estamos desperdiciando nuestro tiempo y nuestra energía.

 

Bob Proctor dice: “si tu objetivo no te entusiasma y te asusta a la vez, probablemente no sea un muy buen objetivo”.

 

Tiene que ser algo que nos fascine, pero como está fuera de nuestra zona cómoda nos asusta a la vez. Podemos dividir un objetivo ambicioso en varios objetivos más pequeños que nos permitan avanzar progresivamente hacia esa meta más ambiciosa.

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