En la nota anterior hablamos de la pregunta principal. Se trata de una pregunta que nos hemos hecho reiteradamente durante años y que determina el foco y la dirección que le damos a nuestra vida.
Me gustaría profundizar sobre cómo podemos encontrar esta pregunta y en caso de ser necesario cómo podemos cambiarla. Comencemos con encontrar la pregunta.
¿Cómo encontramos nuestra pregunta principal?
Una buena manera es evaluar cómo nos sentimos en general. ¿Estamos en general felices? ¿O más bien nos sentimos infelices, tristes, frustrados, poco valiosos o rechazados? La emoción que sientas está muy relacionada con la pregunta que te estés haciendo. La pregunta determina nuestro foco y nuestro foco es lo que produce que sintamos determinada emoción. Por lo tanto, la pregunta que nos hagamos va a determinar nuestro estado emocional.
Veamos un ejemplo. Supongamos que alguien se siente rechazado. Esto puede deberse a que una persona que le interesaba no se interesó por ella. El sentimiento de rechazo va a estar muy influenciado por la pregunta que esta persona se haga. Si se hace la pregunta ¿por qué siempre me rechazan? probablemente no vea un cambio a futuro. Se va a estar preparando para el próximo rechazo dado que ya lo está anticipando en su mente. Su sentimiento de rechazo puede no deberse tanto al rechazo pasado sino a su anticipación de que la situación va a mantenerse en el futuro.
Sin embargo, si cambiamos la pregunta cambiamos el estado emocional. Supongamos que ahora la pregunta es: ¿cómo puedo aceptarme completamente a mí mismo y encontrar a alguien que me acepte completamente? Esta pregunta admite la posibilidad de que esta persona está en control de su futuro. Deberá aceptarse primero a sí misma completamente para luego encontrar a alguien que pueda aceptarla.
Te sugiero que ahora tomes un momento para encontrar tu pregunta principal a través de un diagnóstico de tu propio estado emocional. Luego de encontrar la pregunta es hora de evaluarla y de ser necesario hacer un cambio.
¿Cómo podemos cambiar la pregunta?
Si la pregunta es negativa seguro vas a necesitar cambiarla. Sin embargo, es probable que quieras cambiarla aunque la pregunta sea positiva. Es posible que la pregunta te esté ayudando en tu vida, pero … ¿está contribuyendo completamente al futuro que estás buscando?
Muchas veces ocurre que la pregunta nos potencia en un área de nuestra vida pero no en otras. Veamos un ejemplo de esto.
Supongamos que una persona determinada ha logrado mucho en su vida. Se encuentra orgullosa de sus logros pero por otro lado no ha disfrutado mucho de sus triunfos. Haciendo un poco de retrospectiva, esta persona preferiría lograr un poco menos pero tener más tiempo para disfrutar de aquello que ha logrado. Una pregunta posible para esta persona podría ser: ¿cómo puedo dar lo máximo de mí para lograr todo lo que deseo?
En principio esta es una buena pregunta dado que nos enfoca en la proactividad y en alcanzar nuestros deseos más profundos. La pregunta es positiva pero podría resultar incompleta dado que no está considerando una parte importante de nosotros: el disfrutar de los logros. Este tipo de preguntas es muy común en personas muy orientadas a los logros que se han convertido en perfeccionistas y como consecuencia no se dieron oportunidad de tomarse un momento para disfrutar a aquello que consiguen.
En un seminario de Tony Robbins, una chica en sus 20 presentó su ejemplo de pregunta principal: ¿es esto divertido? Para ella, la diversión era un valor importante y reconoció que su pregunta la había ayudado mucho a vivir una vida divertida. Sin embargo, esta pregunta no era una buena pregunta para tener en el largo plazo dado que la hacía enfocarse en los placeres inmediatos y no tener en cuenta determinadas acciones que en el corto plazo podrán no ser tan divertidos pero producir beneficios en el largo plazo. Luego de darse cuenta de esto cambió su pregunta a la siguiente: ¿cómo puedo valorar tanto a mí misma como a aquellas personas que me rodean?. Esta pregunta resonaba completamente con la persona que ella quería ser.
La pregunta que nos hagamos en determinado momento va a influir en la decisión que tomemos. De hecho, tomar una decisión es responder una pregunta. Debemos estar atentos a la respuesta que damos pero antes que nada preguntarnos si la pregunta es la correcta.
Ahora te sugiero que apliques este conocimiento encontrando y cambiando tu pregunta principal hasta que encuentres una pregunta positiva que se alinee con aquello que más buscás lograr en los diferentes aspectos de tu vida. Si encontrás más de una pregunta identificá la principal, y usá el resto cuando sea necesario complementar la pregunta principal con otras preguntas.
Saludos
Martín
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