Espero hayas leído nuestra nota anterior donde te presentamos 57 ejemplos de excusas en un minuto. Si todavía no leíste la nota haz click aqui para leerla.
Ya dijimos que el hábito de la postergación es uno de los hábitos negativos que más dificulta que logremos nuestros objetivos. Entonces ¿porqué postergamos?
Si bien pueden existir varias razones, la principal es la siguiente: postergamos porque tenemos un conflicto interno en nuestra mente, y asociamos más dolor con realizar la acción que con no realizarla.
Nuestro cerebro busca maximizar el placer y minimizar el dolor. Esta es una función básica del cerebro que tiene que ver con el instinto de supervivencia. Es una necesidad biológica. Buscamos ganar placer y evitar el dolor. Primero que nada, aún antes de buscar tener placer, buscamos evitar el dolor.
Si nuestra mente cree que determinada acción nos va a producir más dolor que placer, entonces vamos a hacer lo que sea para no realizar esa acción. Esto tiene sentido, ya que muchas veces las cosas que postergamos las vemos como aburridas, peligrosas, o incómodas.
Por ejemplo, si postergamos ir al gimnasio, es porque anticipamos el aburrimiento de ir si es que no nos gusta, la incomodidad y hasta el dolor físico de entrenar. Si postergamos el decir algo a alguien, queremos evitar la incomodidad que esto puede generar, y evitar el miedo a ser rechazados o lastimados.
El problema es que al pensar así hay una parte que no estamos considerando. Estamos pensando en el corto plazo, pero si seguimos postergando las acciones esto también trae aparejado mucho dolor, especialmente en el largo plazo si seguimos postergando y postergando.
El hábito de la postergación hace que a veces no veamos esta parte de la realidad, y que seguir postergando en general es más doloroso que tomar acción.
Entonces, para lograr vencer la postergación vamos a tener que convencernos que las acciones que queremos llevar adelante nos van a dar más placer que dolor.
Te propongo que te hagas las siguientes preguntas: ¿qué pasaría si sigo postergando esta acción por 10 años? ¿y por 20? ¿30? ¿qué cosas voy a perderme si no lo hago? ¿qué es lo peor que puede pasar si la realizo?
Te invito a reflexionar sobre esto, y si tu objetivo es importante, es probable que realizar la acción sea lo mejor opción en el largo plazo.
Saludos
Martin