Decir que no puede ser algo muy difícil al punto que muchas personas no pueden hacerlo tanto como quisieran. Como consecuencia de eso terminan aceptando pedidos que no quieren realizar o tratando de buscar excusas para postergar algo que hubiera sido más fácil si hubieran dicho «no» de primera.
¿Por qué cuesta tanto decir que no?
La dificultad para decir que no suele ser una consecuencia de nuestras vivencias infantiles, ya que depende mucho de lo que nos hayan enseñado y de los valores que nos hayan inculcado. Es muy común que nos hayan criado con expectativas de ser personas «correctas», donde decir «no» era mal visto, y lo bien visto era complacer a los demás incluso aunque tuviéramos que siempre ponerlos primero que nosotros mismos.
Si nuestros padres esperaban que fuéramos correctos es probable que nos hayamos comportado de esta manera para tener su aprobación. Una vez que este comportamiento se hace un hábito nos volvemos de esa manera sin siquiera cuestionarlo.
Otra razón importante es que de chicos recibimos muchos «no«, algo que probablemente haya dejado un impacto emocional en nosotros. En ese momento un «no» de nuestros padres implicaba grandes restricciones en nuestras vidas: no poder ver a nuestro mejor amigo, no tener el regalo que queremos, no poder ir al parque, etc. Esto quedó registrado como una experiencia dolorosa y al decir «no» podemos creer que estamos poniendo al otro en una situación similar. La verdad es que hoy en día el efecto de los «no» es mucho menor. Sin embargo muchas personas siguen siendo presas de ese dolor tan fuerte que les produjo el «no» cuando eran chicos.
Esto deja claro por qué decir «no» es tan difícil. El problema es que no saber decir «no» tiene también sus consecuencias negativas.
¿Cuáles son las consecuencias de no saber decir «no«?
Para aprender a decir «no» el primer paso es tomar la decisión de hacerlo. Y dado que al principio esto puede resultar incómodo debemos tener claras las consecuencias de no hacerlo. Si tomamos consciencia del gran costo que tiene no saber decir «no» para nuestra vida estaremos más motivados a hacer un esfuerzo por cambiar esta conducta. Me gustaría que tomes un momento para hacer una lista de todas las desventajas que no saber decir «no» trae a tu vida. Algunas pueden ser las siguientes:
- Probablemente trabajemos de más lo cual deja menos tiempo para otras actividades que queramos realizar
- Vamos a terminar realizando tareas que no nos gustan tanto y hasta que no nos corresponden, lo cual dispersa nuestra energía
- Los demás van a respetarnos menos. Podría parecer que alguien puede enojarse si le decimos «no«. Sin embargo, si lo hacemos de manera efectiva vamos a ser más respetados que si decimos que sí y luego nos pasamos buscando excusas para escapar de la situación. Una persona auténtica y que dice lo que quiere es muy respetada incluso aunque el otro no esté de acuerdo con lo que diga. También va a saber que cuando dicha persona diga «sí» es porque realmente puede contar con ella. Esto genera más confianza.
- Nuestra autoestima se va a ver afectada negativamente. Cuando decimos «sí» a algo que en el fondo no queremos hacer estamos siendo inconsistentes con nuestra propia identidad. Esto crea conflictos internos dado que de alguna manera nos estamos traicionando. Esto poco a poco va a ir creando una auto imagen negativa dado que por no decir «no«, estamos dejando de respetar nuestros verdaderos deseos y por lo tanto nuestra identidad. Esto puede traer problemas que pueden causar confusión, tristeza, enojos y en casos severos terminar en cuadros de depresión
Tomá un momento para sentir estas consecuencias negativas. Sentir dolor es un gran motivador a cambiar. Para hacer algo diferente a lo que hemos estado haciendo debemos estar insatisfechos con nuestros resultados actuales. Pensá también en todo aquello que podrías hacer si dijeras «no» a más cosas. Eso liberaría mucha energía que podrías usar en otras actividades más prioritarias. Sentí por un momento este placer ya que también va a motivarte a cambiar.
El decir «no» a lo mediocre, lo aceptable e incluso a lo bueno nos va a permitir liberar energía para decirle «sí» a lo excelente, a aquello que realmente soñamos hacer.
Decir «sí» con muchas ganas a lo que queremos nos va a ayudar a decir «no» a las cosas que nos distraen de dicho objetivo.
Una vez que hayas hecho este ejercicio te quiero proponer algunas sugerencias para que te sea más fácil aprender a decir que no:
- Decidir que no podemos complacer a todos todo el tiempo. Cada vez existen más demandas que nos llegan por todos lados: teléfono, correo electrónico, mensajes de texto, etc. Parece que todos quieren algo de nosotros y si queremos satisfacer a todos vamos a terminar agotados. Querer complacer a todos nos va a llevar al fracaso, por el tiempo y la energía que requiere. Un primer paso es decidir que no podemos satisfacer las demandas de todas las personas.
- Decidir a quién vamos a complacer y en qué. El segundo paso es decidir qué personas o qué situaciones van a ser prioritarias para darles atención. Por ejemplo, nuestra pareja y familia pueden tener más prioridad que otras personas no tan cercanas. En el trabajo le daré la atención a una situación según su urgencia. Pensar esto por anticipado nos ayuda a anticipar la decisión y por lo tanto a comunicarla con más convicción que si tenemos que decidir en el momento. Algo que también podemos hacer cuando alguien nos hace un pedido es decir que le vamos a contestar en unos minutos y luego tomar un momento para pensarlo tranquilo. Esta técnica nos permite poder considerar nuestras verdaderas prioridades y evitar nuestro hábito automático a decir «sí» a todo.
- Entender de donde viene nuestro miedo a decir que no. ¿Por qué nos cuesta tanto decir «no«? ¿Nos sentimos culpables? ¿Sentimos que estamos rechazando al otro? ¿Sentimos que el otro puede rechazarnos en el futuro? Es interesante hacerse esta pregunta para entender cuál es la verdadera causa de esta dificultad para no aceptar algo. Por ejemplo, no saber decir «no» es algo muy difícil de lograr por aquellas personas muy perfeccionistas. Es probable que estas personas hayan aprendido que van a ser aceptadas si «hacen lo correcto» y si cumplen las demandas de los demás. Bajo esta creencia, decir «no» puede implicar fallarle a alguien, que pueda decepcionarse de nosotros, y eso puede evocar sentimientos muy dolorosos.
- Entender las estrategias que usan los demás para influir en nosotros. ¿Qué hacen los demás para convencernos que aceptemos un pedido? Pueden amenazarnos, pueden hacernos sentir culpables, pueden sentirse víctimas, halagarnos, generar curiosidad, etc. Entender las estrategias que usan los demás puede ayudarnos a estar más preparados para los pedidos que nos hagan y a partir de ahí tener más facilidad para decir «no» y anticipar intentos de manipulación.
Esta técnicas te van a permitir entender y cambiar las creencias que te dificulten decir «no«. Finalmente te presento algunas sugerencias para tener en cuenta en el momento que digas que no a un pedido:
- Dar motivos razonables. Si explicamos el motivo por el cual decimos que no, es más probable que la otra persona lo acepte sin enojarse. Si nuestro jefe nos pide que hagamos determinada tarea será más fácil decirle «no» si le explicamos que estamos solucionando un problema urgente de un cliente prioritario que si simplemente le decimos «no» sin dar mucha explicación. Hacer conocer los motivos por los cuales decimos «no» ayuda a que el otro lo entienda y se de cuenta que si hacemos lo que pide vamos a tener que dejar de lado algo más importante. Tener en cuenta los intereses de la otra persona nos va a ayudar a negociar.
- Ofrecer alternativas. Cuando sea posible y queramos hacerlo podemos ofrecer alternativas luego de decir «no«. Si nos piden hacer algo a última hora y queremos irnos sin quedarnos un minuto más en la oficina podemos ofrecer hacerlo a la mañana siguiente, o hacerlo siempre y cuando nos ayuden con otra cosa.
Cuando logres aprender a decir «no» podrás liberar mucha energía que podrás utilizar en actividades más de tu agrado, además de sentirte más tranquilo por estar siendo consistente con tus verdaderos deseos y valores.
Próximamente estaremos dictando un curso sobre asertividad, el cual incluirá, entre otros temas, cómo decir «no«. Si te interesa enterarte de este curso podés dejarnos tus datos en el siguiente formulario:
Saludos
Martin
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