La percepción de equidad en las empresas



Hoy quiero hablar sobre un experimento que se ha hecho y que ilustra la importancia de la equidad:


En dicho experimento participan dos personas. La primera es la encargada de decidir cómo se repartirán 100 dólares entre los dos participantes. La segunda persona puede aceptar o rechazar la oferta realizada por la primera persona.


Si el segundo participante acepta, el dinero se reparte de acuerdo a lo establecido por el primer participante. Sin embargo, si el segundo participante no acepta el trato, ninguno de los dos participantes obtiene dinero.


El estudio se realizó reiteradas veces en diferentes países y los resultados son muy interesantes. 


Podríamos pensar que siempre y cuando el segundo participante reciba alguna cantidad de dinero este aceptaría. Supongamos por ejemplo que el primer participante decide quedarse con 90 dólares y dar solamente 10 al segundo. A dicho segundo participante le convendría aceptar la oferta, aunque este reciba menos dinero que el primero. Después de todo, si no la acepta, ninguno de los dos recibe dinero.


Sin embargo, esto no es lo que muestran los resultados. El segundo participante acepta o rechaza el trato según qué tan justo perciba que es el mismo.


Por ejemplo, si el primero decide repartir el dinero en partes iguales, o sea 50 dólares para cada uno, es altamente probable que el segundo participante acepte el trato.


Sin embargo, cuando el primer participante decide quedarse con una parte significativa del dinero, el segundo participante percibe que el trato no es justo y prefiere no aceptar el trato, aunque esta decisión implique que él tampoco va a recibir dinero.


Esto comienza a suceder en promedio a partir de los 70-30. Es decir, en general, si el primer participante se queda con 70 dólares o más, el segundo participante probablemente decida no aceptar el trato. Esto lo hacen dado que perciben que el trato no es justo, y por ese motivo prefieren castigar al otro participante aunque ellos también se queden sin recibir ninguna recompensa.


Las implicancias de este estudio son muy interesantes a la hora de pensar en los sistemas de recompensas en las empresas. Si los empleados se comportan de la misma manera, su reacción frente a las recompensas no dependerá solamente de la recompensa en sí, sino también de la percepción de equidad de la misma.


Supongamos que un empleado recibe un aumento del 15%. Podríamos pensar que el mismo reaccionaría de manera positiva. Sin embargo, si tenemos en cuenta los resultados del estudio, podría hacerlo negativamente si percibe que el aumento no fue equitativo. En ese caso la reacción puede ser aún más negativa que si no hubiera recibido ningún aumento.


Esto puede aplicar también a otro tipo de recompensas no monetarias, por ejemplo, tareas, responsabilidades y otros beneficios. 


¿Te ocurrió esta situación alguna vez? ¿Cuál fue tu respuesta?


Saludos

Martin

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